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No existe una definición universal que englobe a los voluntarios. Cada uno de éstos, tiene motivaciones y fines distintos por los cuales trabajan, haciendo el voluntariado una acción muy personal y subjetiva. Dicho con otras palabras, un voluntario es aquel que por elección propia, dedica una parte de su tiempo a la acción solidaria y altruista, sin recibir alguna recompensa por ello sin importar su edad, experiencia o sus capacidades. El voluntariado es una manera de ser, una opción libremente elegida, desde el compromiso con un grupo organizado cuya finalidad es ayudar a los demás.

Para AFS Chile, “la solución de problemas a nivel local requiere de una perspectiva global, basada en los principios de la defensa a los derechos humanos y la sostenibilidad. En ese sentido, el voluntariado nos convierte en un gestor de cambio de nuestra comunidad, al aportar tiempo, habilidades e ideas en la resolución de problemas”. También, el Centro Johns Hopkins nos comparte que, aproximadamente 140 millones de personas, de los 37 países en los que se obtuvieron datos, realizan trabajo voluntario de manera regular en el transcurso del año. Si esos 140 millones de voluntarios representaran la población de un país, sería el noveno país más grande del mundo. Esos 140 millones de voluntarios representan el equivalente de 20.8 millones de empleos de tiempo completo, y su contribución estima alrededor de $400 mil millones de dólares a la economía global anualmente.

Cabe resaltar que, las cifras anteriores no son ni los beneficios más valiosos del voluntariado. El ser un voluntario nos da la oportunidad de dedicar nuestro tiempo a causas que nos importan y también a crear un lazo significativo entre personas con las cuales normalmente no tendriamos ningun tipo de relación. Este inestimable tejido social, sólo puede fortalecerse mediante prácticas que superen las diferencias socioeconómicas que nos dividen. Estos valores colectivos que se encuentran dentro del capital social, salen a la luz al combinar la vida organizacional de la comunidad, la participación en asociaciones voluntarias y el compromiso con los asuntos públicos además de la socialización informal y la confianza en los otros.

Según la fundación Alimento Para Todos, podríamos darle el crédito al voluntariado por el fortalecimiento de las conexiones sociales, la construcción de una comunidad fuerte, segura y cohesiva y la entrega de bienes y servicios a la sociedad. El trabajo humanitarioes capaz de llenar los vacíos en el suministro de bienes y servicios que diversos sectores de la sociedad necesitan, pero que no están disponibles a través de proveedores privados o gubernamentales. En este escenario, las instituciones de asistencia privada y las asociaciones civiles ayudana planificar y diseñar las maneras de ofrecer estas asistencias gracias a la contribución que hace la sociedad a través de donativos o siendo voluntarios.

Se vale enfatizar que las personas que son voluntarios reportan frecuentemente beneficios intrínsecos y extrínsecos del mismo. Algunos de los efectos positivos que estas actividades generan son: el reconocimiento social, una mejor salud y autoestima, la construcción de currículos, formas de capacitación y mejoras en sus carreras además de ampliar los horizontes en el mercado laboral. En definitiva, los voluntariados incentivan la formaciónde ciudadanos comprometidos, que aportan su talento, habilidades y tiempo para construir un mundo más justo y tolerante.


Nota: Las palabras contenidas en el presente artículo representan exclusivamente la opinión del autor. El Milenio es una organización no partidaria y sin afiliación ideológica.

Mario David Cooper
Mario David Cooper

Mario Cooper originario de la ciudad de Puerto Cortes graduado de la carrera de Relaciones Internacionales con orientación en diplomacia en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC), contando con la Especialidad de Dirección de Proyecto en la Escuela Europea de Dirección y Empresas (EUDE) y la Maestría en Comunicación Política Avanzada en Next Educación adscrito a la Universidad de Lleida (UDL). Coordinador en Sustenta Honduras, socio del club Rotaract-Sur Tegucigalpa y miembro de la Red Mundial de Jóvenes Políticos (RMJP).

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