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Coautores: Lindsay Pineda, Astrid Romero, Yenifer Cán, Gabriel J. Jiménez y Kenny Martínez

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El mundo pasó en cuestión de días a ser diferente de lo que conocíamos, América Latina más que nunca sufre las consecuencias de la corrupción, la desinformación e ignorancia reflejadas en altos índices que muestran problemas económicos, sociales y políticos. Como indica la ONG de Transparencia Internacional (TI) advirtiendo en su informe su preocupación por la “crisis democrática” que vive el planeta por el surgimiento de líderes autoritarios y populistas, y resalta también lo alarmante que es la involución de América Latina. Lo que en adición a que las rutinas diarias y los eventos sociales desaparecen abruptamente rompiendo con el común estilo de vida de nuestra región desencadena una serie de crisis colectivas y efectos psicológicos en la población. De aquí se toma iniciativa en discutir y buscar soluciones dentro del Primer Congreso Hispanoamericano de Debate atendiendo diferentes temas de Latinoamérica, sin embargo, en la última mesa se hizo hincapié en uno de los tabús más grandes de nuestra región: trastornos psicológicos y su relación a la saturación de información y confinamiento. Es así como se presenta la situación de Guatemala donde se exponen las medidas tomadas por las municipalidades guatemaltecas con el objetivo de informar las situaciones de la crisis en el país y las precauciones que se tomarían, las cuales no fueron consideradas para con aquellos que estaban en confinamiento y la poca información de la realidad de los casos que generan más incertidumbre. El estrés colectivo pronto tuvo sus efectos en la población de Guatemala y más aún en las y los adultos mayores, quienes toman dicha acción como algo que pudo ser mejor comunicado. Sin embargo, la preocupación de la población en el tema de los deficientes sistemas de salud y la debilidad institucional que afecta a Guatemala, como otros países de la región, sirve de caldo de cultivo para la corrupción, un mal que cada año desangra las ya deficitarias arcas públicas.

Se aprecia que las realidades de la carencia de información concreta y precisa es uno de los escenarios más frecuentes entre los países de la región, siendo está proveniente, no solo del gobierno, pero de la misma sociedad. Se trae a colación la situación de Honduras y la participación que como sociedad se tiene, con misma culpa, en la saturación de información y la relación con el bienestar psicológico, se mencionan: “notamos que la iniciativa del manejo del aspecto psicológico dentro de la población no es primordial para los ratings de las noticias y la agenda de los gobiernos” agregando que “Parece ser que estos no han entendido el estrés bajo el cual se encuentra el pueblo y han dejado de lado estos grupos que ya desde hace años vive en situaciones difíciles con trastornos psicológicos que necesitan de tratamientos y que en las salas de emergencias no son considerados como tal”. Este último punto, ampliado con los indicies de Honduras, que son elevados, pre COVID-19 de los casos de personas que tienen trastornos psicológicos con los que han lidiado siempre y los suicidios como resultado de algunos, señalando que desde antes del COVID-19 el estrés, ansiedad, depresión, por nombrar unos cuantos, ya rondaban por la faz de la tierra teniendo un deplorable trato en el sistema de salud de la región.

Por su parte, las medidas que el gobierno de Puerto Rico tomo para atender las necesidades básicas del pueblo puertorriqueño. Se somete a colación las situaciones por las cuales este país ha pasado, que podría decirse, les han afectado mucho antes que el COVID-19 dándoles escenarios psicológicos que les acompañan desde entonces, ejemplos son los desastres naturales y la crisis económica que afrontan lo cual hoy, con esta pandemia, les llevo a tomar medidas necesarias como la gestiones de beneficios por desempleo por parte del gobierno local y ayuda en el tema de salud mental. Analizando el panorama en el cual se han encontrado con anterioridad dicha experiencia es lo que les ha ayudado a responder positivamente a la situación. Sin embargo, no dejamos de lado la constante de corrupción y mal uso de los fondos adquiridos por la pandemia, algo similar vivido con la administración de fondos y contrataciones durante el huracán María.

Se formularon soluciones que exhortan a los gobiernos y a la sociedad en conjunto a tratar de mitigar dichos efectos negativos ya que no es trabajo de uno, sino de todos para garantizar la efectividad de lo propuesto:

  1. Posicionar a la salud mental como un derecho fundamental de la persona y un componente indispensable de la salud integral y del desarrollo humano. Asegurar el acceso universal a la atención de esta en base a la reestructuración de servicios que le den la prioridad a la atención comunitaria. Garantizar el acceso equitativo y uso racional de medicamentos que sean necesarios para la atención psiquiátrica dentro de la política nacional de medicamentos.
  2. El arte como terapia: los gobiernos juntamente con las organizaciones de grupos artísticos independientes pueden crear plataformas digitales o radio emisoras para llevar el arte a los hogares. Como menciona Salvador Madrid en su entrevista con el Heraldo: “El arte ya le ha dado respuesta a este tipo de crisis.”
  3. Recursos para atender estos casos sin ningún costo: ofrecer servicio de orientación y consejería coordinado por profesionales de múltiples disciplinas. Te ayudan a encontrar apoyo, te ofrecen sesiones de desahogo, orientación de evaluación psicológica y psiquiátrica y todo sin ningún costo.

En consecuencia, se cree y afirma que es necesaria la transparencia, medidas de bioseguridad y económicas por parte de los gobiernos, sin embargo, un altruismo mediático es esencial en estos tiempos de crisis para evitar la sobre carga de información. Pensando en los demás por un bien mayor, exhortando nuevamente a la población a pensar dos veces antes de enviar una cadena o difundir una noticia sin fundamento, aprendamos a tener nuestro pensamiento crítico activo y presente en todo momento.

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Véase el informe del “ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN 2019” La Organización No Gubernamental (ONG) Transparencia Internacional (TI) publicó este 29 de enero el Índice de Percepción de la Corrupción global luego de analizar a 183 países.

Véase el artículo del EFE “Centroamérica encara la corrupción que prolifera con la pandemia del COVID-19”.

Véase el “Foro situación y retos de la salud mental en Honduras”: El 77.3% de las muertes por suicidio fueron hombres. Según el grupo etario, el 80% de los hombres se encontraban entre los 18 y 59 años de edad y para las mujeres, entre los 12 y 30 años de edad.

Véase la página oficial obamawhitehouse.archives.gov “Hacer frente a la crisis económica y fiscal de Puerto Rico y crear un camino a la recuperación: Guía para la acción del Congreso”

Véase el comunicado en fortaleza.pr.gov “Gobernadora Vázquez Garced solicita asistencia federal para atender el desempleo y la salud emocional” (24 de marzo de 2020 – La Fortaleza, San Juan) La gobernadora Wanda Vázquez Garced informó sobre la solicitud realizada al gobierno federal, por medio de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), para atender la salud emocional y la necesidad de asistencia por desempleo de los residentes de Puerto Rico, ante el impacto actual del COVID-19.

Véase artículo de Kiarinna Parisi en CNN” Investigación denuncia trama de corrupción en el gobierno de Puerto Rico” que cita: “Para la reconstrucción de la isla después del paso del huracán María, según denuncia el CPI, muchos de los contratos fueron otorgados bajo presión incumpliendo con los procesos regulares.”

Véase artículo de Salvador Madrid en El Heraldo “El arte ya le ha dado respuesta a este tipo de crisis”

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