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Domingo 21 de marzo del 2021

Querido joven hondureño: 

Que tu alma no pierda la fe y la esperanza te inunde. 

Cientos de jóvenes salimos el 14 de marzo a ejercer el sufragio, salimos a defender la democracia de nuestra patria, de la tierra virgen que nos vio nacer, crecer y la misma que nos dio una identidad de la cual hoy no nos avergonzamos. Somos jóvenes que sabemos con certeza de dónde venimos y hacia dónde vamos. Los retos a los que hoy nos enfrentamos son enormes; nuestra lucha debe darse por la profundización de la democracia participativa donde cumplimos  con lo más importante, nuestra voz y voto, y así poder avanzar por la  igualdad, lograr nuestro propósito y velar por la justicia social de nuestro país. 

Un candidato electo es considerado legítimo cuando se respeta el voto popular y respeta la democracia, mas no por haber alcanzado el poder a través de métodos considerados ilegítimos o fraudulentos. Ha pasado una semana desde el cierre de las urnas y el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo ha presentado resultados preliminares; una semana en la que nos ha incubado zozobra, indignación, enojo y desconfianza sobre el proceso que carece en su totalidad de transparencia. En ese tiempo esperábamos que los medios de comunicación masiva cumplieran con su labor, sin embargo, a 7 días del cierre, estos se han encargado de moldear la opinión pública a su conveniencia, privandonos así de un proceso electoral democrático y transparente. Hoy cientos de jóvenes seguimos a la espera de la actuación responsable del CNE, de un proceso libre de fraude y que prevalezca el respeto hacia nuestra democracia. No queremos ver resultados irregulares, queremos transparencia. Entretanto, nuestra generación decidió dar diez pasos al frente y ni uno hacia la izquierda o hacia la derecha. Hoy nos indigna saber que las élites nos quieren ignorantes y sin voz, es despreciable saber que nuestra virgen tierra ha sido utilizada por gobernantes autoritarios para cimentar en ella la miseria. Hoy, mi joven hermano hondureño, no te bajés de nuestro barco llamado Lucha, no te ahogués en la desesperanza porque estamos cerca de la libertad.  

Atentamente,

Gabriela A. Madrid


Nota: Las palabras contenidas en el presente artículo representan exclusivamente la opinión de la autora. El Milenio es una organización no partidaria y sin afiliación ideológica.

Gabriela Madrid Sanchez
Gabriela Madrid Sanchez

Gabriela Abigail Madrid Sandrez, joven de 19 años y orgullosamente hondureña. Uno de sus primeros amores ha sido su patria y ha desarrollado un deseo intenso por liberarla. Ella es estudiante de Comunicación Audiovisual y Publicitaria en UNITEC. Ha residido en Honduras toda su vida y espera poder generar cambios a corto y a largo plazo en su país. Desde temprana edad descubrió que su mayor pasión es la fotografía, por lo que disfruta plasmar la cultura hondureña a través del lente.

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