El mundo está sufriendo una deformación, y eso lo tenemos muy claro. Al menos en las últimas décadas, no se había visto antes un acuerdo mundial en donde se generan consecuencias radicales: es cierto que no podemos acabar con la contaminación ambiental, pero la hemos prevenido. Nuestro único propósito ha sido precaver, pero no radicar. ¿Por qué existe una especie de conformismo entre nosotros? Hasta que llega algo vital para el mundo entero, sacudiendo almas y cuerpos al mismo tiempo, generando una clase de ruido llamado “el silencio de las calles” y otro ruido acompañándolo tan hermoso llamado “el habla en los hogares”. El niño que sufría de bullying en la escuela al fin descansa y puede pensar un poco, y en caso contrario el bufón de la escuela estará enfurecido por no molestar a alguien o bien fastidiando a sus padres. La persona quebrantada con el anhelo de encontrar un amor abundante y exuberante ha sido sanada, en el lugar donde florece el cariño y la lealtad, sin este capullo el personaje temblaría del frío, se estremecería de la maldad andante del mundo, donde el amor es forjado por la unidad, la familia. Muchos están encontrando sus talentos o perfeccionando sus habilidades; se acabaron las telarañas de los techos y las arañas salieron a dar un paseo; se enjaularon los humanos para que las aves tengan libertad y desde nuestras “jaulas” escuchamos el melodioso canto de las aves. ¿Hace cuánto no admiras tremenda música? Las nubes se tornaron blancas y forman un perfecto contraste con el cielo azul; las constelaciones vuelven a ser visibles a nuestros ojos; la tierra exhausta vuelve a la calma; y entre muchas más que hemos observado, sentido, reído y tocado a través de lo natural con el simple hecho de tener miedo.
Es curioso, al final el miedo sí termina siendo parte del cambio, y de manera forzosa. El miedo es el principio y el fin de toda cosecha mal realizada y empleada, que va expandiéndose hacia las fronteras de la ira, de la locura, y de la energía maligna. A través del miedo nos dimos cuenta que nuestra rutina diaria nos ha tenido cegados del verdadero vivir, muchos pasan esclavizados por querer vivir, pero en realidad están viviendo esclavizados. “El afán puede ser una labor ardua, el cansancio que deriva de alguna acción o un anhelo o inspiración.” Sin embargo, vas corriendo por la carretera sin estar atento a los obstáculos que podes encontrarte en el camino. Tu único propósito es culminar tu carrera, pero no te propones a razonar diferente, a evolucionar mentalmente y variar criterios. Corres sin rumbo tan exhausto, pero ¿sabes qué? Todo fastidio y agotamiento será fallido, será en vano y todo por no proponerte a metas únicas e inigualables. En este momento, sin contar a los médicos, policías, bomberos, políticos y cada uno de los encargados de salud y seguridad del pueblo a quienes agradecemos mucho y damos un gran aplauso por su increíble e inigualable trabajo, el resto está en una zona de confort obligada hasta el punto en donde no tienen que comer y no hay dinero y tienden a buscar la manera de llevar el pan a sus casas, hay crisis. Es alarmante ver los establecimientos de comida repletos por personas saciadas y estables en el alimento pero con el alma tan vacía como la de un ser repugnante dejando sin comer a los pequeños. ¿Qué tipo de ser crea una competencia social en estos tiempos de crisis? Estamos expandiéndonos a las fronteras de la locura y de la energía maligna, y cuando alcancemos la frontera de la ira vendrá devastación, desde el alma viviente más pequeña hasta la más grande de todas.
El miedo conlleva a una crisis, que tal vez antes no habían experimentado mientras otros ya estaban acostumbrados a esta, y en realidad de esto va la vida, es inevitable tener problemas, y los únicos que los evitan están enterrados en un cementerio. ¿Por qué solemos extremar más las desgracias que las bendiciones que El omnipotente nos da? ¿Por qué hay más películas del holocausto que de los milagros vividos? ¿Por qué comentas más de tus inhabilidades, pero no demuestras tu intangible y excepcional talento? Escucho más del norte al sur y del este al oeste la cantidad de infectados por el COVID-19 pero escucho una minoría de voces dando agradecimiento por los que han sido liberados del monstruoso y maligno virus. El pasar por una crisis me recuerda que vivo, me está diciendo que tengo que hacer algo, que necesito un cambio, que si el miedo supera mis capacidades y la crisis nubla mi felicidad aunque aún me quede aliento, estaré muerto por dentro por no haber hecho lo que me corresponde. Así que te pregunto, ¿Estás listo? ¿Estás listo para el cambio? ¿Para afrontar tu nueva vida? ¿Para aprovechar esta oportunidad? “Si piensas que el mundo volverá a la normalidad el día que esto acabe, estás completamente loco. “- Me dijo un maestro en una de las clases virtuales que recibía- y estoy de acuerdo, tuvimos miedo y nos llevó a una crisis, fue inevitable, pero luego viene el cambio y mi pregunta es: ¿estás listo para el cambio?
Las empresas trabajarán de maneras distintas, posiblemente un nuevo sistema económico aparezca; las escuelas tendrán que cambiar su sistema educativo, que muchos estudiantes anhelamos. Como un famoso refrán lo dice “Al tomar, todo el mundo asoma; al dejar, todo el mundo se queja.” Aquel que se cree emprendedor y lo único que habita dentro de su cerebro son unas neuronas llamadas “queja”. Y viene otro principiante poniendo su roca fuerte a su inicio de su primera construcción y renueva sus fuerzas, eliminando toda negatividad, demostrando que el más pequeño es el verdadero gigante, que en su frasco pequeño proviene su esencia. Y aquel que ha evaluado su inteligencia por el número más diminuto o con la sexta letra del abecedario hoy está listo para el cambio del sistema educativo para demostrar su inaudito intelecto. Ha cambiado la monotonía por la pasión y la uniformidad por la variedad intelectual. Dentro de los hogares la afectividad podrá volverse el alimento de los tres tiempos; el clima, la flora y la fauna podrán obtener un beneficio dentro de nuestro hábitat, que de hecho hemos olvidado que también les pertenece a ellos, tenemos la errónea ideología que la prosperidad de una nación va ser construyendo compañías y empresas, mas no sabemos que hay una historia detrás de todo esto: un árbol y una ardilla pidiendo a gritos que no destruyas su hogar, su dulce y apacible morada. Y entre muchos otros cambios que no puedo acertar con exactitud por qué no depende sólo de mí, sino también de tu familia, de tus amigos, pero sobre todo de ti. Prepárate, prepárate para saludar a quien pase a tu lado, prepárate para ser agradecido con lo que tienes pero no conformarte con ello, prepárate para idear nuevas formas de generar ingresos, prepárate para aportar nuevos ideales que beneficien al mundo y no sólo a la humanidad que es tu deber por el hecho de ser el único ser capaz de lograrlo, prepárate para educar de una mejor manera tus hijos para que no sean castigados cuando sean adultos, prepárate para reforzar tu fe, prepárate para ser un mejor ciudadano, prepárate para ser un mejor empleado, prepárate para ser un mejor jefe, prepárate para ser un mejor cliente, prepárate para ser un mejor hijo, prepárate para ser un mejor padre, prepárate para crecer, pero sobre todo prepárate para una vida aventurera, porque si quieres prosperidad alístate para una escasez primero, y si quieres bendición lo primordial seria alistar tus rodillas. Aprovecha este cambio global y está nueva oportunidad de crecer, de marcar la diferencia y que en realidad vean en ti esa influencia para poder cambiar la manera de pensar y de actuar de las demás personas. De eso se encarga una influencia, de hacer el bien aunque no caiga bien, porque si existimos los que anhelamos un cambio, en donde el amor sea lo que abunde dentro de nosotros. ¿No te gustaría difundir gozo a tu persona siendo afable y afectuoso? Entonces te pregunto repetidamente, ¿estás listo para un cambio?
Andrea Martinez es una joven amante del arte, en especial la escritura y la música, apasionada por conseguir lo que se propone. Es una joven que transmite una energía positiva hacia los demás, el principal propósito es motivar e incentivar la solidaridad y la responsabilidad y evadir el miedo a un fracaso. Es una persona visionaria, triunfadora, optimista y virtuosa. Sus capacidades extraordinarias son capaces de ofrecer sus dones a aquellos que lo necesiten y expresar su sentimiento tanto como humano como espiritual en su fé cristiana.