VERSUS: en contra – Vacunación

Para nuestra segunda edición de "Versus", dos de nuestros columnistas debaten sobre la vacunación y sus diferentes dimensiones. Aquí encontrarás la argumentación EN CONTRA. 🔥

No es ser antivacunas sino antiexperimentos

  1. ¿Cuál es su postura con respecto a la vacunación?

Como joven que ha vivido el contagio del covid-19 sin ser vacunado y añadiendo el contagio de varios conocidos y familia (la gran mayoría vacunados) he considerado que mi postura podría ser subjetiva y está sujeta al cambio de opinión, sin ninguna intención de causar polémica o tratar de desinformar, ya que cuento con dudas sobre la pandemia, el manejo de la misma y en especial sobre la vacuna contra el covid-19; añadiendo como han sido promovidas y vendidas al mundo. 

Soy una persona cuya postura no es estar contra la ciencia y los avances tecnológicos/médicos, porque los progresos en estas áreas benefician a todo el mundo. Sin embargo, creo que a pesar de lo antes dicho, soy quien se considera a favor de la ciencia pero en contra de los experimentos y más aún cuando involucran a toda la población.  

Siendo así, con respecto a la vacunación y la pandemia, me gustaría plantar la semilla de la duda en las personas y a la vez tratar de dar una perspectiva diferente  a lo que promueve las dictaduras internacionales altamente coercitivas como la OMS, haciendo ejercicio de nuestro derecho a la libertad de expresión y pensamiento, respetando a los vacunados y fieles creyentes de estas organizaciones u temerosos de dicha enfermedad. 

  1. ¿En el ámbito social, existe algún deber moral comunitario que nos llame a vacunarnos?

Primero que nada debemos de conocer el concepto de que una acción sea un “deber moral” sin antes dar permiso a que las grandes organizaciones o farmacéuticas piensen por nosotros y definan lo que es un deber moral o no. 

Dando continuación a lo antes dicho, el deber moral es conjugado con la ética siguiendo la regla y el estudio de esta misma de lo que podamos definir entre el bien y el mal. Pero, lo que no sería una tarea fácil es descubrir a lo que llamamos “bueno” realmente sea algo de bien. Todo dependerá de la influencia que en la formación de nuestras percepciones valorativas hayan tenido la familia, la religión, la información o los grupos de amigos.   

Siendo así, la pregunta sería, “¿es algo bueno vacunarnos por el bien nuestro y de la comunidad o queridos cercanos?” No es una negación que las vacunas de diferentes enfermedades han sido desarrolladas por el bien de la población y que han tenido un efecto positivo en las personas, pero en la contra no veo como la vacuna del covid-19 ha sido una ayuda para erradicar o mejorar la tasa de mortalidad en los infectados. 

Y a la vez, me gustaría hacer énfasis en los casos de los países que han sido “ejemplos” para el mundo en el tema de la vacunación rápida a su población, tales como Chile, Israel o Estados Unidos por no mencionar otros y no hacer más extenso el texto. Pronta, rápida o al menos con vacunación masiva de estos países pero el resultado de éstas no ha sido lo que esperaban; siguen aumentando muertes por “covid-19” y contagios de los cuales un número preocupante termina en cuidados intensivos. 

Como conclusión a este enunciado, creo firmemente que los deberes o mandatos morales si existen, el cumplimiento de los deberes hacen a un mejor individuo y luego a una mejor sociedad. Sin embargo no existe ningún deber moral mientras la vacuna del “covid-19” sea algo experimental aplicada en grandes masas. 

  1. ¿En el ámbito político, es legítimo que el Estado haga uso de la coerción para que la población (o algún sector de esta) se vacune?

Mientras tanto el Estado u otra entidad no gubernamental no puede hacer uso de la coerción contra la población o en otras palabras hacer que la vacuna fuese puesta en las personas de forma obligatoria. Violar los derechos individuales, universales o de cada constitucion en cada pais, no seria nada ético y es muy preocupante que algunos paises comiencen a violar la libertad de decisión de cada persona. 

Sin duda alguna, la libertad es inherente al ser humano y consigo trae responsabilidades, pero en realidad, ¿es correcto que nos obliguen a ponernos algo que no conocemos y de lo cual no hemos visto efectos convincentes desde que salieron las primeras dosis? 

En el ámbito político, no debería de ser debatible la libertad del individuo por encima del capricho del Estado y de la manipulación de la OMS junto a las farmacéuticas. 

En mi cuerpo, yo no permitiría que el Estado me obligue a ponerme una “vacuna” que no ha mejorado y se ha vendido al mundo como una forma de cura para el covid-19. El gobierno no se hace responsable de lo que te pase por la vacuna, los laboratorios tampoco pero si no te vacunas, sos el irresponsable. 

  1. ¿En el ámbito de la salud, existe alguna objeción legítima hacia no vacunarse?

La objeción legítima para no vacunarse y en el ámbito de salud, es que la mal llamada vacuna sea un experimento para una pandemia que ya estaba prevista y que está controlada. 

El beneficio de la duda ante la vacuna vive en muchas personas y están en lo correcto de pensar que la vacuna no es segura. Notando que estas mismas pero de enfermedades diferentes pasaron cada proceso durante años, por no decir un centenar de años. 

La influenza, que es la enfermedad más parecida por no decir que la misma del covid-19, tomó muchos años en encontrar una vacuna eficaz y segura para la población. ¿Con qué discurso hablan los que promueven las prontas e ineficaces vacunas del covid? 

  1. ¿Es legítimo que se establezca un estado de excepción para limitar algunas garantías constitucionales hacia los no vacunados (libre movimiento, libre asociación, etc)?

Según mi criterio, si la pandemia no fuese controlada por entes mayores, los movimientos políticos no deberían de hacer campañas políticas, ya que son los primeros en promover una cuarentena y la alta exposición al virus. 

Sin embargo, creo que no debería de haber un límite de circulación, trabajo o libre asociación para los que no estamos vacunados y mucho menos, permitir que organizaciones internacionales digan que tenemos que hacer como país.  

La inmensa violacion de derechos humanos que se ha estado cometiendo en el mundo, representa las ideas y mal manejo de la “pandemia”, pero no cabe duda que si nuestra decisión es la no vacunación con un medicamento que tardó 10 meses en salir al mercado y promoverse por todo el mundo, seriamos los malos. 

  1. Conclusiones:

Manifestar la contrariedad o la poca confianza a las vacunas, según mi criterio y el comentario de muchos más, ha llegado al punto de escuchar insultos y malestares con respecto a mi posición ante las vacunas. Sin embargo, la vacunación de un medicamento experimental es para el que decida aplicarse dicha medicina, sin represión ninguna. 

Siendo así, y sin mostrar los datos o cifras de las cosas antes mencionadas ya que la mayoría de todas las cosas buscadas con la palabra “covid” son a favor de la vacuna, mi opinión queda a la expectativa de que sea cierta o no. Pero, no está demás pensar que el manejo de la pandemia no ha sido adecuado y que así como somos libres de pensar, también tenemos el derecho a no confiar en algo que surgió demasiado rápido y que los medicamentos ya conocidos han sido protagonistas contra la enfermedad del covid-19. 

No soy anti vacunas y tampoco negacionista, pero si soy anti experimentos.

Santiago Calderon
Santiago Calderon

Santiago Miguel Calderon Duarte forma parte de la organización Generación Celeste con una alianza con Pro Vida Honduras. Con tan solo 18 años forma parte del proyecto Vota Valores Hn. Actualmente, es estudiante de ultimo año de Del Campo School y a través de la lectura ardua y constante ha condensado sus conclusiones y ha tratado de expresarlas a través de sus redes sociales defendiendo o contrarrestando varias líneas de pensamiento. Su objetivo es ayudar a la mejora de Honduras en cada sentido posible y en especial a las personas más vulnerables en cuestión económica y de cultura, moral, entre otras.

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